Somos curiosos por naturaleza.
La curiosidad nos lleva a probar, mezclar y explorar hasta dar con sabores que despiertan cuerpo y mente. Sin curiosidad, no hay magia. Ni ESA.

Hacemos las cosas a nuestra manera.
No seguimos el camino marcado. Somos independientes y queremos forjar nuestro propio recorrido y hacer las cosas a nuestra manera: independientes, sostenibles y con mucha personalidad. Aspiramos a serlo también en el futuro. Además… si no se siente auténtico, no es ESA.

La gratitud es parte de lo que somos.
Damos las gracias, de verdad. Porque apreciar lo bueno (y lo que está por venir) nos conecta con lo que importa. Creemos que la gratitud es necesaria para ser cada vez mejores… Y sí, se nota en cada sorbo.

Experimentar, fallar, aprender. Y sí, parar a pensar.
Nos gusta probar, experimentar y mejorar. Pero también poner pausa, mirar atrás y preguntarnos: ¿esto funciona? ¿va en línea con lo que somos? Solo así afinamos lo que viene y trabajamos la mejor versión de nosotros mismos..

Creemos en hacer las cosas con optimismo. Siempre.
El optimismo no es ingenuo. Es una forma de ver el futuro, de trabajar con energía y de crear desde la confianza. Quienes lideran desde el optimismo inspiran y avanzan, y no, no es solo actitud, es visión.

Lo mejor posible, sin drama.
Nos gustan los procesos bien hechos, mejorar cada día y de aprender. Nos equivocamos, claro. Pero nunca nos conformamos. Aquí no entra la mediocridad, necesitamos tener procesos, estandarizar y mejorar continuamente, y buscamos siempre la excelencia.

Bienestar real. Nada impostado.
Creamos bebidas que te hacen bien sin sacrificar sabor. Hablamos de salud, longevidad y buenos hábitos (sin tono de gurú). Lo aplicamos en ESA pero también en nuestras vidas. Porque cuidarse debería ser fácil. Y rico.

Transparentes, sin letra pequeña ni adornos.
No creemos en adornar la verdad ni en esconder lo incómodo. Creemos en decir las cosas como son, desde dentro y hacia afuera. Ser transparentes no es una estrategia: es una forma de trabajar, de pensar, de construir relaciones duraderas. Nos permite cerrar brechas (e.j salariales, sesgos) y tener diálogos honestos y tolerantes, en pro de mejorar. Porque cuando haces lo que dices, y lo dices sin rodeos, todo fluye mejor: los procesos, los equipos, las decisiones.